Cuenca, mi querida Cuenca

Cuenca, mi querida Cuenca, que con tus ríos como paisajes en medio de la ciudad, tus lugares coloniales, tus delicias cocinadas y tu gente tan amable llevas a cada visitante a deslumbrarse con tu amabilidad. Levántate Cuenca una vez más, porque hace ciento noventa y cuatro años eres independiente y más. Cuenca mía que por eso te llaman Atenas del Ecuador porque en tu seno como una madre alumbraste y albergaste a ilustres y a las artes. Tus catedrales y el Hermano Miguel. Abdón Calderón, Cesar Andrade, y otros que vivieron en tus calles jamás olvidaron el orgullo que sentían al habitarte. Por eso hoy Cuenca linda, deseo prosperidad a tus días, a tu historia y a la gente que viaja a ti día a día.